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Nuestro 

patrimonio cultural inmaterial

La Communauté de Communes Pyrénées Haut Garonnaises posee un abundante patrimonio cultural inmaterial que, aún hoy, sigue muy vivo.


Dicha mancomunidad ha seleccionado, dentro de su patrimonio inmaterial,
15 prácticas y expresiones culturales. A continuación, te proponemos descubrirlas.

HOGUERAS DE SAN JUAN


Con las hogueras de San Juan se celebra el día más largo del año, o solsticio de verano. En los Pirineos del Alto Garona, esta fiesta empieza a prepararse con uno o dos meses de antelación; para ello, se pone a secar un tronco de pino, haya o roble. Luego se erige y se decora en el lugar de la fiesta. Cuando se le prende fuego, los niños empiezan a armar bullicio con instrumentos fabricados a base de cuernos de animales, conchas o vegetales para expulsar a los espíritus. Luego, hacen círculos con antorchas o «mini-hallas». Cuando el

tronco se desmorona, se salta por encima de él y, luego, se guarda su carbón, que dará buena suerte durante todo el año. Algunos, se embadurnan la cara con él: en occitano se dice «mostrar» (se moustrer), es decir, «embadurnarse».


«Saltar por encima del fuego cuando ha caído al suelo es uno de los rituales

fundamentales de la fiesta de San Juan.»

FIESTA DE LAS FLORES


La fiesta de las flores se celebra en el municipio de Bagnères de Luchon desde hace más de 120 años, pero también se celebra en otras ciudades de los Pirineos. A lo largo de tres días, a finales de agosto, la ciudad se anima con diversas actividades: espectáculos, bailes, elección de Miss Flor, carrera de camareros, desfile de carrozas de flores, música de bandas, fanfarrias y batucadas (grupos de percusiones), batalla de flores.... ¡Un ambiente de lo más festivo! Cada año, se escoge un tema para el desfile y se utilizan más de 400 000 flores para decorar las carrozas.


«La decoración de las carrozas corre a cargo de diversas asociaciones luchonesas que utilizan, desde siempre, los tradicionales clavelones (o tagetes).»

JUEGO DE BOLOS


Existe un sinfín de formas distintas de jugar a los bolos en todo el mundo. La variante más extendida son los populares bolos de la bolera, que cuentan con campeonatos internacionales. Pero los juegos de bolos, ya practicados en la Edad Media, también han tenido mucho éxito en Francia. Cada variante tiene sus propias reglas y técnicas. En el juego de bolos de 9, el jugador se pone cerca del primer bolo, denominado «bolo de mano», lo golpea con la bola para que, al ponerse horizontal, derribe el resto de los bolos. Con ese mismo movimiento de la mano, el jugador ha de soltar la bola para que esta llegue al bolo denominado «plomo». Gana quien realiza las 12 figuras impuestas, en el orden establecido, y derriba el máximo número de bolos.


« Se trata de un juego practicado esencialmente en los valles pirenaicos. En cada pueblo solía haber un juego de bolos (campo para jugar).»

BAILES TRADICIONALES


¿Quieres bailar? De dos en dos o en cadena, los hombres y las mujeres se desplazan lateralmente y, luego, hacen pasos de baile sin moverse del sitio, alternando ritmos lentos y rápidos. Es una ronda, baile tradicional, emblemático de Gascuña y aún practicado hoy en día. Antaño, el baile se acompañaba de la voz de los propios bailarines o de músicos instalados en el centro de los bailarines, bien al aire libre o en el patio de una granja o casona, principalmente durante toda la época del Carnaval. Hoy en día, hay muchos lugares propicios para el baile, ¡y no es necesario ponerse el traje regional para para bailar! Todo el mundo baila, mujeres y hombres, pequeños y grandes, lo esencial es saberse los pasos y seguir el ritmo. ¡Venga, a bailar se dicho!


«Aquí, se practican los bailes de Gascuña en sentido amplio. Cada uno tiene pasos muy particulares, existe una gran diversidad de danzas.»

CANCIONES REGIONALES OCCITANAS


En la Edad Media, los trovadores cantaban en occitano. Esta práctica ha atravesado los siglos y se ha ido diversificando. Actualmente, además de las canciones tradicionales, podemos escuchar una multitud de grupos de folk, rock, rap o jazz occitanos. En los Pirineos, el arte de la polifonía se transmite oralmente, de generación en generación: se trata de un tipo de canto en el que se mezclan varias voces para formar un todo armónico. Días de fiesta, encuentros deportivos, festivales, ceremonias religiosas,… ¡Todas las ocasiones son buenas para cantar! Sin importar el número de coristas, al final, todas las voces, agudas y graves, no forman más que dos o tres.


«Los cánticos occitanos son un vector común intergeneracional. Constituyen una tradición viva que no está congelada ni en el espacio ni en el tiempo.»

CONSTRUCCIONES DE PIEDRA SECA


Si te gustan los puzles, te damos las instrucciones para fabricar un tabique de piedra seca: 1. Nivela el suelo de la futura construcción. 2. Recoge una cantidad suficiente de piedras con caras lo bastante planas. 3. Tiende una cuerda horizontal entre dos estacas de madera. 4. Apila las piedras, siguiendo la línea de la cuerda, y asegurándote de que encajan entre sí. 5. Vete subiendo la cuerda a medida que vas añadiendo capas. 6. Pon la última capa de piedras pesadas y planas alineadas canto con canto.



«Las construcciones de piedra seca se realizan sin cemento ni aglutinante. Se trata de una técnica histórica que existe desde la Edad Media.»

GASTRONOMÍA


¡Los restaurantes abren sus puertas para deleitarte con la comida tradicional! La cocina tradicional se compone de platos sencillos, de la cultura campesina, sabrosos y abundantes. No dejes de probar «la pistache», un guiso de alubias blancas (las de Tarbes son las mejores), verduras y las piezas menos nobles del cordero. También puedes decantarte por el «pétéram», un plato a base de tripas y patas de cordero y oveja, a los que se añaden verduras y, especialmente, zanahorias y patatas. Disfruta, a continuación, de un exquisito queso de oveja. Y, de postre, un «pasteras» de manzana, una deliciosa crema avainillada muy espesa. En los Pirineos del Alto Garona, los amantes de la buena mesa estarán bien servidos.


«Hacer platos suculentos con productos sencillos. La gastronomía de nuestro territorio es un patrimonio que tenemos que perpetuar para las generaciones futuras.»

OÍR CAMPANAS


¡Tilín, tilín, tilín! El rebaño de ovejas de Jean se va acercando. ¡Tolón, tolón, tolón! ¡Ah, las vacas de Julie! El sonido es distinto porque los cencerros son más grandes y el metal más espeso. Cada rebaño emite un sonido particular, como una orquesta en la que los músicos crean una armonía global única. El sonido producido permite al pastor reconocer y localizar fácilmente a su rebaño, incluso cuando hay niebla. Pero el ruido también sirve para espantar a las víboras. Se fabrican con acero y latón, con ayuda de un molde de arcilla. Su forma, su tamaño y su decoración varían. En general, los ganaderos optan por cencerros rectangulares para las vacas y los caballos y en forma de pera invertida para las ovejas.



«Las campanas sirven para distinguir y localizar a los animales. También son sinónimo de fiesta cuando se oyen durante la trashumancia.»

MÁRMOL Y ARTE


El pueblecito de Saint-Béat-Lez se encuentra a orillas del Garona, entre dos montañas que culminan a 1200 m de altitud. Desde la Antigüedad, se han excavado canteras para explotar sus yacimientos de mármol blanco. En altares, columnas, sarcófagos, estatuas o bustos de reyes... El mármol, material precioso, ha adoptado múltiples formas a lo largo del tiempo. Lo encontramos desde Marsella hasta París, pasando por Toulouse y Saint-Bertrand-de-Comminges. Pero donde más esculturas de mármol se exponen es en Saint-Béat-Lez y los municipios circundantes. Desde hace más de veinte años, artistas de todo el mundo, dejan aquí sus monumentales obras escultóricas con motivo del festival. ¡Como un museo a cielo abierto!


«La explotación y la transformación del mármol en los Pirineos del Alto Garona han estructurado toda una economía y un territorio.»

PASTORALISMO


Al practicar sus actividades deportivas en los Pirineos del Alto Garona, los caminantes, los escaladores y los amantes de la bici de montaña se cruzan, a menudo, con rebaños de vacas, ovejas, cabras o, en ocasiones, incluso caballos. Los animales se deleitan con la hierba tierna de la montaña, bajo la atenta vigilancia de su pastor. Pastando, contribuyen a preservar la naturaleza y luchar contra las plantas «invasivas». Los paseantes, por su parte, no tienen que coger flores, ya que hay varias especies protegidas. La montaña es un espacio de ocio para unos y de trabajo para otros. ¡Todos tenemos que protegerla!



« El pastoralismo es el montañismo practicado por los animales. En este contexto, el ganadero es quien transmite el saber. »

TRASHUMANCIA


En junio, dirigidos por su pastor, los rebaños de vacas, ovejas, cabras y caballos ascienden a los pastos de montaña, es lo que se denomina la «trashumancia estival». Como la temperatura es más fresca en la montaña, los recursos de hierba y agua son más abundantes, y los animales producen una leche y un queso de excelente calidad. Sin embargo, hay que tener cuidado con los osos y los lobos, puesto que el pastor y su rebaño pueden verse atacados. Aunque los perros pastores y los pastores eléctricos les garantizan una protección. A su descenso de la montaña, a principios de invierno, se organizan festejos importantes para celebrar su regreso.


«Se trata del momento en el que los animales suben del valle a la montaña. La trashumancia permite aligerar el trabajo de las explotaciones.»

EL PERRO PASTOR DE LOS PIRINEOS: EL «PATOU»


Su nombre procede del término occitano «pastor» (pronunciado «pastu»), que tiene el mismo significado que en castellano. El Patou es un perro de tamaño imponente y pelaje blanco que garantiza una protección muy eficaz. Ladra fuerte para avisar al pastor y al rebaño de los ataques de predadores. Los osos, lobos y predadores felinos tendrán que vérselas con él, ¡mucho cuidado! El Patou no duda en arriesgar su vida para salvar a los animales que están siendo atacados. Generalmente, este perro fiel de montaña va a la cabeza del rebaño para poder inspeccionar los pastos antes de su llegada. Luego, delimita un espacio de protección para vigilar las inmediaciones. Su mera presencia disuade a muchos predadores.


« El Patou es el perro de los Pirineos. Intimidante, imponente y protector es multifacético. Los ganaderos no podrían apañárselas sin él. »

PIRINEÍSMO


¡Qué intensa felicidad caminar por la montaña y ascender hacia las cumbres admirando paisajes sublimes! En los Pirineos, desde el siglo XIX, se ha impuesto una filosofía particular denominada «Pirineísmo». Consiste en subir a la montaña intentando comprenderla, estar en armonía con ella y transmitir vivencias y recuerdos: relatos de todo tipo, fotos, vídeos, dibujos,… Todos los métodos son válidos para contar la montaña y compartir sus experiencias con los demás. Con un cuaderno y un lápiz en la mochila, o con una cámara de fotos en la mano, los perpetuadores de esta tradición nos hacen llegar toda la belleza de los Pirineos. Un regalo precioso.


« El Pirineísmo es el arte de ascender a la montaña. Una filosofía que moviliza competencias físicas, técnicas e intelectuales, combinadas con una gran armonía.»

ARQUEOLOGÍA


De 1921 a 2022, se han iniciado varias excavaciones arqueológicas en Saint-Bertrand-de-Comminges que han permitido descubrir los vestigios de una ciudad de más 2000 años de antigüedad. Dicha ciudad contaba con cerca de 10 000 habitantes (equiparable al tamaño de Pompeya) y se llamaba Lugdunum Convenarum. Fueron saliendo a la luz las calles, un foro, un mercado, las termas, un templo, un teatro, un santuario, las necrópolis y las murallas que embellecían la ciudad. El plano de la ciudad antigua se ha ido trazando a medida que avanzaban las excavaciones. En Saint-Béat-Lez, se han podido reconstituir numerosas estatuas de mármol a partir de los fragmentos encontrados. Todos estos descubrimientos nos han permitido comprender mejor cómo vivían los galorromanos. De ahí el gran interés del trabajo de los arqueólogos.


« La idea es comprender un territorio, su evolución y la vida que en él se ha desarrollado. Comprender sus distintas prácticas hasta la actualidad. »

TERMALISMO


Los romanos construyeron las primeras piscinas termales en Bagnères de Luchon, hace más de 2000 años. En aquella época, la ciudad se llamaba Ilixon, por el nombre de la diosa de las aguas.

En el siglo XVIII, la alta sociedad procedente de toda Europa acudía a los Pirineos del Alto Garona para disfrutar de los beneficios de las aguas naturales en un marco revitalizante. Hoy en día, los balnearios siguen ofreciendo a los «agüistas» (pacientes que recurren a las aguas termales) tratamientos adaptados a sus problemas de salud: ORL, reumatismos, etc. Pero también proponen, a todo el mundo, momentos de relajación: masajes, spa, sauna, hammam… ¡Para sentirse como un pez en el agua!


« En la eficacia de una cura, el azufre es el elemento clave. En Luchon, tenemos un agua de una gran calidad que tiene varios millones de años.»

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